El remedio discutido en este artículo es una técnica basada en la reflexología plantar. Este último defiende la idea de que algunas áreas de nuestros pies (manos, cara y oídos), conocidas como zonas reflejas, están conectadas a los órganos y sistemas de nuestro cuerpo.
Su aplicación ayuda a mejorar la circulación sanguínea. De esta manera, facilita el desinflado de los músculos y genera un alivio del dolor que normalmente se produce.
Además, el pediluvio se puede completar con algunos ingredientes naturales que, por su composición, ayudan a desintoxicar la piel de agentes externos que causan imperfecciones.
En este caso, no se trata de presionar como tal, sino de sumergir los pies en una mezcla, estimularlos y activar la purificación de todo aquello que su cuerpo no necesita.
Ingredientes a utilizar:
- 1,5 litros de agua
- ½ taza de sal de Epsom o sal del Himalaya
- ½ tazón de vinagre de manzana
- 3 cucharada de bicarbonato de sodio
Modo de Preparación:
Antes de preparar este baño, lave sus pies para eliminar la suciedad y las impurezas acumuladas en su superficie.
Llenar una bañera o cubo con un litro y medio de agua caliente, verter todos los ingredientes y cuando el agua esté a una temperatura que no queme la piel, poner los pies durante 30-40 minutos. Retire y seque.
Para aprovechar al máximo los beneficios de este relajante pediluvio, le recomendamos que lo haga al menos una vez a la semana. De esta manera podemos exfoliarlos y eliminar la tensión acumulada.